La cosecha de esta variedad es considerable. La porra central es una auténtica joya: alargada, gruesa, muy densa y llena de tricomas que la tiñen casi por completo de blanco. ¡Un verdadero motivo de orgullo para cualquier cultivador! Aunque la concentración de calidad y cantidad en esta parte central superior no desmerece en ningún caso al resto de ramificaciones. De cada una de sus ramas laterales se obtienen cogollos de tamaño muy considerable, de forma cónica y completamente espolvoreados de resina.
Esta es la razón que ha catapultado a Cookies al podio de joyas cannábicas en poco tiempo. La fragancia kush es seguramente uno de los olores cannábicos con más seguidores. Por eso mantener ese aclamado olor terroso con notas cítricas, y dotarle de nuevos matices, más dulces, ha sido tan valorado por los consumidores. Porque es elevar la esencia Kush a un nuevo plano, aún más original que el del clásico. En el caso de esta versión autofloreciente se repite el patrón de esa famosa Cookies: tradicional Kush de sello californiano, que parece recién salida del horno, fruto de nuevos aromas reposteros. Con esta innovación en el aroma cannábico más clásico se ha conseguido que el sabor de Cookies Autoflowering sea algo excepcional.
La sensación provocada por esta variedad es potente, como suele ser propio de las genéticas norteamericanas. Esto se traduce en unos niveles de THC del 20%, que en ningún caso se ven reducidos por otro cannabinoide, dado que es una variedad sin apenas trazas de cannabidiol. El efecto tiene un punto muy euforizante y especialmente alegre, fruto de los altos niveles del terpeno Limoneno, en primera instancia. Y más tarde, ofrece una profunda relajación, tanto mental como física.
Cookies Autoflowering es una genética que va a satisfacer las expectativas de gran número de cultivadores: con experiencia o sin ella. La principal ventaja de esta variedad es que, al ser autofloreciente, su cultivo se vuelve más sencillo que el de su versión feminizada. Porque sus genes ruderalis la convierten en un ejemplar más fuerte, capaz de sobrevivir en condiciones climatológicas hostiles, y desde luego más rápida. Estará lista para cosechar a los 75 días, desde su germinación. Por eso es una semilla idónea para lugares con veranos cortos; con dos meses y medio de días soleados tiene suficiente, y también para espacios reducidos, dado que es algo menor que su predecesora feminizada. No obstante, hay que tener en cuenta que se estira bastante en vertical, y que estas periféricas desarrollan flores bastante densas, así que una ayuda con tutores para soportar el peso de la estructura lateral no será en vano.
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